
Tras muchísimas fotos, la única que quedó medio decente fue esta.
¡Que rápidas son las condenadas!

Este, era uno de los que cantaba en la carbayera de Sorribes. Uno de los pocos lugares mágicos que nos quedan cerca de la Villa y que desde aquí quiero agradecer a la familia Valdés, todo el esfuerzo que han hecho para la conservación de este paraje como hoy lo conocemos.


La garcilla bueyera, se comporta de manera parecida a las Lavanderas. En alguna ocasión, he observado a las vacas descansando, mientras tanto, las garcillas les quitaban las moscas de los ojos con una habilidad tremenda.
Aunque la garcilla sea una especie ivernante y la lavandera estival pueden coincidir juntas durante algún tiempo en la Villa.