Los correlimos tridáctilos, son seguramente los limícolas más activos que tenemos por nuestra geografía. Corriendo por las playas, a la orilla de la mar, van y vienen con las olas en busca de alimento. Quieto en la orilla espero que se acerquen, pero hay que estar rápido, pues igual que vienen se van, sin descanso...
2 comentarios:
Lo que más me gusta de tu entrada, amigo Juan, es el texto:
"Quieto en la orilla". Así es como hay que estar siempre. Quieto, casi inmóvil, en silencio. Paciente hasta la impaciencia. Hasta que casi pensemos que ya no podemos estarnos más tiempo esperando impasibles, casi inmóviles. Entonces pensamos que aún podemos aguantar "un poquitín más". Solamente así tendremos la recompensa que esperamos. Los pájaros nos verán como parte del paisaje y se acercarán a nosotros hasta distancias que no podríamos ni imaginar. Por desgracia esta forma de actuar no simpre es práctica habitual entre los que nos dedicamos a fotografiar animales. Las prisas de esta sociedad moderna, unidas a la falta de escrúpulos y educación de bastantes de nosotros, dejan estampas de todos conocidas.
Gracias por tus palabras. Ójala que todos hiciéramos siempre igual que tú.
Nacho.
Pues tienes toda la razón Nacho, muchas veces es complicado saber donde está el límite y cuando se debe retirar uno, dejando la foto para un momento mejor.
Gracias y un abrazo
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