Presente durante todo el año en la ría, la garza real es una de las aves que más llama la atención de los visitantes. En septiembre, en plena época de migración, nos podemos encontrar con bandos de más de cien ejemplares. Durante el resto del año las veremos más solitarias, buscando alimento por los porreos. Para muchos pescadores es otro de los culpables del alarmante descenso de salmones en los ríos asturianos.
2 comentarios:
personalmente tengo unes ganes terribles de ver una imperial.. me paecen espectaculares!
pero poder ver estes tol añu ye un lujo!! por supuesto!
saluduuu
Aunque nos hemos acostumbrado a ellas, ver una gran bandada de garzas reales sigue siendo mágico. En la zona Este del embalse de Rioseco, que frecuento, en inviernos duros como el pasado llegan a dormir hasta 75 y merece la pena (además de por las más variadas y numerosas anátidas)escucharlas cuando aún no ha amanecido el día. Ayer mismo había una docenita y no me podía separar del telescopio, que ave más hermosa.
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