El otro día, en "El Pantalán" de Llastres, descansaban tranquilamente un grupo de Garcillas Bueyeras, especie que jamás había observado en esa localidad, junto a los Cormoranes Grandes habituales allí. ¿Cuantas veces hemos oído en los últimos tiempos que el Cormorán es una plaga? o que antes no había tantos o que están acabando con los ríos...
Hoy, por curiosidad, he estado buscando los datos de la evolución del cormorán grande en Asturias durante los últimos años. La media de los censos realizados entre los años 1993 y 1997 fue de 1.516 aves en Asturias, mientras que en el censo de enero de 2008 se observaron 1.532. Es decir, el incremento en los últimos 12 años fue de un 1%.
Por otra parte, tenemos la Garcilla Bueyera, que pasó de tener menos de cinco observaciones anuales entre 1993 y 1998 a contabilizarse durante el censo del año pasado 144 aves, pero ésta por suerte no es negra y no come peces, así que de momento no molesta.
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