

Imaginemos por un momento que en el Parque Natural de los Picos de Europa se prohíbe subir a Covadonga en bicicleta a aquel que no sea pastor, y que no siendo pastor, tienen preferencia para subir los coches más grandes sobre los pequeños habiendo sólo 160 plazas de aparcamiento. Lo que quiere decir que si no eres pastor o si no tienes posibilidad de comprar un coche grande, o simplemente no lo quieres comprar por que gasta mucho o hace mucho ruido, no subes a Covadonga. Si además, vienen los grupos ecologistas y denuncian en prensa que hay habitantes de la zona que suben en bicicleta. Esto es el mundo al revés, pensareis….
Algo así es lo que pasa en la ría de la Villa. En el PRUG en vigor se prohíbe el amarre de embarcaciones fuera del puerto del Puntal, con excepción de los mariscadores profesionales. Esta norma, creada con un carácter puramente recaudatorio y que lleva en vigor desde diciembre del año 2002, nunca se llegó a aplicar en la Ría. En la actualidad hay 160 plazas de pantalán dentro del puerto del Puntal. Las plazas están todas ocupadas y hay lista de espera para posibles nuevos amarres. El orden de preferencia es simplemente el tamaño de la embarcación, esto quiere decir que a mayor embarcación, más posibilidades de pantalán y más dinero para el Principado (las embarcaciones pagan en función de su tamaño). La norma nos lleva a llenar la ría de grandes embarcaciones, con potentes motores para moverlas.
Los paisanos de la zona, que no son mariscadores profesionales, que toda la vida tuvieron su chalana para salir a pescar o a dar una vuelta, bien a remo o con un pequeño fueraborda, se quedarán mirando como vienen los otros, a pasar ría arriba y ría abajo a toda velocidad con sus flamantes embarcaciones.
Pues con este panorama, se hunde una lancha en el pantalán y suelta una mancha de fuel. A raíz de ello, el director de la Reserva Antonio Alba, sale en prensa diciendo que hay que retirar las embarcaciones que se encuentran abandonadas en Bonhome (Lo que se lleva pidiendo desde el entorno desde hace tiempo). La dirección General de Costas, que ya lleva tiempo intentando localizar a los propietarios de estas embarcaciones, aprovecha el tirón y sale también en prensa diciendo más o menos lo mismo.
Y detrás, vienen los grupos ecologistas, Coordinadora Ecoloxista y la Coordinadora Ornitolóxica de Asturies, entrando al trapo, denuncian más control sobre los amarres ilegales aquí o aquí y quejándose de que hay botes en El Picu, Misiegu, Bonhome y Requexu. Yo, que sinceramente no entiendo que mal pueden hacer estos botes de los lugareños, que no sólo no proliferan si no que cada vez hay menos, ya que en los últimos 20 años las embarcaciones de Bonhome han pasado de más de
Mal futuro veo a la playa de Bonhome, a los amantes de la ría, a los que no quieren más pantalanes.
Flaco favor le hacen a la naturaleza. Creo yo….